09 enero 2008

LOS DEDOS DE LA MANO

Hoy Fátima me ha recordado los cuentos infantiles.
Hace mucho tiempo, escribí uno, para un concurso.... Se supone que gané el segundo premio, o eso apareció en la prensa online... pero yo juro que jamás recibí nada. ¡Maldigo a aquél que suplantó mi personalidad y recibió el premio! (porque en la prensa ponía entregados los premios) Pero nada... no recibí nada. Ni una llamada de agradecimiento.

El cuento es el siguiente:

LOS DEDOS DE LA MANO

Érase una vez una mano, que vivía en un brazo, que estaba en un cuerpo de un humano llamado "Señor de Cuenca". En aquella mano, vivían 5 dedos que trabajaban día y noche, siguiendo las órdenes de Señor de Cuenca.
Un día, todos los dedos entablaron una discusión ¿ Se trataba de decidir quien era el jefe...
El más pequeño, que se llamaba Meñique dijo ¿ ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo quiero ser jefe! -¿Me dejáis? ¿Me dejáis?
-Ja, ja, ja, ja, rieron todos con ternura... Calla, pequeño, ¿Cómo vas a ser tu el jefe, si eres el mas pequeñín y todo el día estas escondiéndote en la nariz... y en la oreja de nuestro jefe?
El anular dijo: Creo que esta discusión está fuera de lugar... ¡Está claro que yo soy el jefe! ¡Mirad! Mirad que cinturón de oro me ha colocado Señor de Cuenca. Eso significa que él, me ha dado más importancia que a ninguno.
Corazón, que era uno que vivía justo en medio dijo: ¿Si? ¿Y por que no te puso a ti en el medio? ¿Eh? Yo estoy en el medio. Yo soy el mas alto, y además, me llamo corazón, como el órgano mas valorado de Señor de Cuenca... Por algo será, digo yo... ¿No?
Índice, rió, y rió y dijo... ¿No os habéis fijado que nuestro amo me utiliza para señalar todo lo que mas le gusta? ¿No os habéis fijado en que es el dedo que Señor de Cuenca utiliza para mandar? ¡Está claro que yo soy el jefe!
Mas abajo, había un dedito pequeño y gordito, al que todos habían ido rechazando porque no era como los demás... No era estilizado, además era bajito...Se llamaba Pulgar, porque decían que era como una pulga.
¡El que seguro no es el jefe es Pulgar! ¡Ese es como una pulga! ¡Enano, y molesto! Ja, reía anular
Cuando Pulgar intentó defenderse... todos se pusieron contra él, y adoptaron una postura muy agresiva. Todos estaban por encima de él insultándole, y el, abajo, agachaba la cabeza temeroso.
Luego, anular, con la ayuda de meñique, empezaron a aplastar a pulgar, y así índice y corazón, hacían el signo de la victoria, porque tenían más posibilidades de ser el jefe.
¡Ayúdalos!- indicó índice .y corazón bajo a ayudar a sus amigos, quedando índice como dedo acusador
Pero un día, al humano se le cayó una librería en la mano, y como siempre llueve sobre mojado, todo el peso de la librería, recayó sobre el pequeño pulgar.
El Señor de Cuenca, se fue al médico, y éste escayoló al pobre gordito,
-Me han encarcelado- pensaba Pulgar lleno de dolor. Si me muevo me duele todoS.
Los demás reían, - Mira ese gordinflón, jajjaja, parece la momia, jajjajja, Decía índice.
Si la momia de ¿Pulgargordóm¿ replicaba corazón
Miradlo, que palidito está,- decía Anular parodiándole
¡Pulgar embuchado!- Se reía Meñique.
Señor de Cuenca, tenía entonces que coger su taza de café...Índice intentó coger la taza, pero no podía sólo. Y solo pudo indicar hacia la taza y decir... ¿quién me ayuda?Anular y corazón, tampoco pudieron. Y sólo meñique se pudo meter en el agujero del asa, pero la taza pesaba demasiado y meñique se retorcía de dolor y de calor.
El Señor de Cuenca, no tuvo más remedio, que hacer su trabajo con la otra mano.
Entonces recibieron la orden de abrir la puerta, pero no podían, por que resbalaban en el pomo.También entonces el Señor de Cuenca, no tuvo más remedio, que abrir la puerta con la otra mano.Resultó entonces que el hombre quiso coger el teléfono, pero cuando los 4 compañeros intentaban cogerlo solos, el teléfono caía y otra vez de nuevo el Señor de Cuenca, no tubo mas remedio, que coger el teléfono con la otra mano.
Meñique el pequeñín, se fijó entonces el pobre Pulgar, y le dijo
Creo Pulgar, que me he pasado contigo.... y que no eres un inútil... Recuerdo perfectamente que tú ayudabas al coger la taza de café...Anular arrepentido, dijo ¿ Chicos, tiene razón el pequeñín, yo ahora me doy cuenta de que coger el teléfono siempre estabas ahí y te metías por debajo, donde nosotros no podíamos por ser tan altos.
-Si, dijo corazón, con el pomo de la puerta siempre fue indispensable.¿Me perdonas? Dijo índice. Y con toda la dificultad del mundo Pulgar, abrazó a índice,OK! Dijo Pulgar.
Y todos le levantaron y le pusieron arriba como a un torero al salir por la puerta grande.Y desde entonces nunca más volvieron a meterse con Pulgar, y se dieron cuenta de que todos eran igual de importantes y que no necesitaban jefes, si no que necesitaban unirse y trabajar todos juntos por la misma causa.Y así como en todos los cuentos, desde ese día, Meñique, Anular, Corazón, Índice y el pequeño y rechoncho Pulgar, fueron Felices y ayudaron todos juntos al Señor de Cuenca, a comer perdices.

3 comentarios:

Fátima Fernández Méndez dijo...

Es muy visual y con un transfondo bonito. Deberías hacer más y probar mejor suerte en otros concursos. Eso sí, te recomiendo que los registres antes, incluso antes de colgarlos en la red. Otros pudieran beneficiarse de tu tiempo ;).

Esther dijo...

¿Y no reclamaste el premio? yo les monto un pollo...

PS. Tu perro me pone nerviosa, me mira raro...

Raquel dijo...

Pobre pulgar! eso es un caso de mobbing en toda regla! jejeje

Muy bueno el cuento! aunque deberías haber reclamado tu premio...