Querida Mildred
Me estoy planteando seriamente buscarte y volver al siquiátrico contigo, donde me mantenías con tus inyecciones y tus ostias en aquel estado semicomatoso en que tan feliz me encontré durante todos estos años.
Salí de ahí en busca de libertad, pero el caso, es que aquí afuera soy tan esclavo del mundo como entonces lo era de tí y de tus medicinas.
Hoy he salido de marcha con gente a la que quiero y que se supone que me quiere y me he visto sometido totalmente a sus deseos. Y entonces me di cuenta de que no tenía por qué escuchar house si no me gusta, que no quería beber una copa, aunque ellos me estubieran insistiendo toda la noche y sobretodo que éramos demasiados para sentirme tan solo.
Semana Santa, para muchos es tiempo de reflexión y para mí en este caso también. Me pregunto sobre el mundo, sobre la vida, sobre mi futuro, sobre tí... Me pregunto sobre mis amigos, sobre el trabajo... Me pregunto sobre mi familia... y no encuentro una respuesta a todas mis cuestiones...
Debo estar en una crisis o algo así.
Y lo peor es que no tengo a quien llorar. Con mi huída de tí, he dejado todo atrás y he empezado de cero. Pero de cero, los amigos aún no son amigos, y es difícil... muy difícil... no sentirte realmente solo.
En las últimas semanas siento que he perdido la alegría que tanto me caracterizaba hasta hace muy poco y no encuentro una razón lógica...
No sé por que te cuento esto.
Besos
Me estoy planteando seriamente buscarte y volver al siquiátrico contigo, donde me mantenías con tus inyecciones y tus ostias en aquel estado semicomatoso en que tan feliz me encontré durante todos estos años.
Salí de ahí en busca de libertad, pero el caso, es que aquí afuera soy tan esclavo del mundo como entonces lo era de tí y de tus medicinas.
Hoy he salido de marcha con gente a la que quiero y que se supone que me quiere y me he visto sometido totalmente a sus deseos. Y entonces me di cuenta de que no tenía por qué escuchar house si no me gusta, que no quería beber una copa, aunque ellos me estubieran insistiendo toda la noche y sobretodo que éramos demasiados para sentirme tan solo.
Semana Santa, para muchos es tiempo de reflexión y para mí en este caso también. Me pregunto sobre el mundo, sobre la vida, sobre mi futuro, sobre tí... Me pregunto sobre mis amigos, sobre el trabajo... Me pregunto sobre mi familia... y no encuentro una respuesta a todas mis cuestiones...
Debo estar en una crisis o algo así.
Y lo peor es que no tengo a quien llorar. Con mi huída de tí, he dejado todo atrás y he empezado de cero. Pero de cero, los amigos aún no son amigos, y es difícil... muy difícil... no sentirte realmente solo.
En las últimas semanas siento que he perdido la alegría que tanto me caracterizaba hasta hace muy poco y no encuentro una razón lógica...
No sé por que te cuento esto.
Besos
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